ONU: Los desafíos de Colombia son demasiado grandes para que el país siga dividido
El Secretario General de la ONU advierte que todos los colombianos sufrirán las consecuencias si no se actúa para aprovechar las oportunidades que ofrece el fin del conflicto con las FARC-EP. También recalcó que el descenso de la violencia después de firmar el Acuerdo de Paz fue “efímero” y se necesita mayor protección para los líderes sociales y los excombatientes.
“Los desafíos del presente y del futuro son demasiado grandes para que los colombianos y colombianas sigan inmersos en una debilitante división sobre el Acuerdo en lugar de trabajar juntos en su implementación”, asegura un nuevo informe del Secretario General sobre el avance del proceso de paz en el país.
António Guterres recalca que es necesario un diálogo inclusivo entre todas las fuerzas políticas basado en el respeto a las profundas diferencias, en particular a la luz de las nuevas reformas constitucionales propuestas. Según el titular de la ONU todos los colombianos sufrirán las consecuencias si no se actúa para aprovechar las oportunidades que ofrece el fin del conflicto con las FARC-EP.
“Exhorto a todas las partes a que velen por que cualquier reforma que se lleve a cabo respete los compromisos contraídos con quienes dejaron las armas de buena fe y sobre la base de las disposiciones del Acuerdo de Paz, principio que el propio Consejo de Seguridad ha recalcado”, expresa en el informe, asegurando que acoge con beneplácito el reciente llamamiento del presidente Iván Duque en pro de un pacto nacional con todos los actores políticos, en el que recuerda su mensaje a favor de centrarse en lo que une a los colombianos y no en lo que los divide.
Guterres dice tener la firme esperanza de que se arraigue cada vez más una visión pragmática y orientada al futuro, y elogia todas las voces que abogan por un enfoque de ese tipo.
Un fin “efímero” de la violencia
El Secretario General aseguró que se necesitan respuestas urgentes para contrarrestar la violencia en algunas de las zonas más afectadas, donde el claro descenso de la violencia que se produjo inmediatamente después del final del conflicto con las FARC-EP fue “efímero”.
Desde la firma del Acuerdo de Paz, la Misión haya verificado la muerte de 123 excombatientes, además de 10 desapariciones y 17 tentativas de homicidio. Durante el período sobre el que se informa se produjeron 14 asesinatos de exmiembros de las FARC-EP, entre ellos el segundo asesinato registrado de una mujer excombatiente, Lucero Jaramillo Álvarez, que tuvo lugar el 4 de abril en Putumayo.
“Es sumamente preocupante que continúen los asesinatos de líderes sociales y comunitarios y de exmiembros de las FARC-EP. Reconozco el compromiso expresado por el presidente Duque de proteger a los líderes y a todos los excombatientes que participan en el proceso de reincorporación, ya que se necesitan urgentemente resultados concretos en esta esfera. Confío en que las medidas de seguridad para los exmiembros de las FARC-EP recientemente anunciadas logren ofrecerles mayor protección”, expresa Guterres, agregando que la cooperación y el compromiso de todas las instituciones y sectores serán esenciales para evitar que la violencia obstaculice los preparativos de las próximas elecciones regionales y locales.
El titular de la ONU recalcó que el desafío de proteger a las comunidades afectadas por el conflicto, a los líderes sociales y a los exmiembros de las FARC-EP depende de que se establezca una presencia integral y efectiva del Estado en esas zonas remotas e históricamente desatendidas.
“Si bien se trata de un desafío a largo plazo que los sucesivos Gobiernos no han logrado solucionar, no se puede seguir posponiendo; debe atenderse ahora con urgencia y, en ese empeño, las autoridades pueden contar con el apoyo de las Naciones Unidas”, dijo.
La reincorporación y la justicia transicional
Guterres aplaudió la decisión del Gobierno de establecer arreglos claros para cuando expire la vigencia de los 24 espacios territoriales de capacitación y reincorporación el próximo 15 de agosto. También dio la bienvenida al espíritu de flexibilidad y diálogo constructivo demostrado por las autoridades y por las FARC, para encontrar soluciones para las transiciones de estos espacios.
“La prórroga del plazo para aclarar la situación de los espacios es una decisión importante y sensata del Gobierno a fin de disipar esta fuente de incertidumbre y preocupación. La transición ofrece la oportunidad de que el Gobierno consolide su presencia institucional en esos espacios, que debe ir acompañada también de la aprobación y el desembolso acelerados de fondos para actividades económicas”, dijo, y reiteró que el ritmo de aprobación y desembolso de fondos para actividades productivas no se han acelerado y sigue siendo una fuente tangible de incertidumbre para los excombatientes.
El Secretario General, además, expresó que las disposiciones de justicia transicional de Colombia son un modelo innovador de rendición de cuentas basado en la justicia restaurativa, no en la impunidad, que maximiza los incentivos para el esclarecimiento de la verdad y la reparación a las víctimas y contribuye así a la paz y la reconciliación.
“Debe darse la oportunidad a este sistema de funcionar y de responder a esas grandes expectativas. A este respecto, acojo con beneplácito la finalización del marco jurídico de la Jurisdicción Especial para la Paz. Insto a todas las partes a que respeten la independencia y autonomía de ese órgano y velen por que la Jurisdicción Especial, al igual que los demás componentes del Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición, cuente con los recursos necesarios para desempeñar sus funciones, que son esenciales”, expresó, asegurando que en un corto período de tiempo, la JEP ha logrado importantes resultados y que la exhorta a que siga cumpliendo todas sus responsabilidades con la misma determinación y diligencia que ha demostrado en el período crítico de su puesta en marcha.
El Secretario General dijo que a la luz de los avances y también de los nuevos riesgos para el proceso de paz, resulta esencial que la comunidad internacional continúe involucrada.
Guterres aseguró que la futura visita del Consejo de Seguridad a Colombia entre el 11 y el 14 de julio representa una oportunidad para ayudar al pueblo colombiano a superar los obstáculos actuales y para reafirmar el ejemplo que Colombia puede dar a otros países en situaciones de conflicto en todo el mundo.
“Aprovecho esta oportunidad para renovar el compromiso y la determinación de la Misión de Verificación de las Naciones Unidas en Colombia y del sistema de las Naciones Unidas para ayudar a los colombianos y colombianas a hacer realidad sus aspiraciones de un futuro más pacífico”, concluyó.