¿Qué futuro le aguarda a México?

Antonio Ponciano Díaz

La grandeza de una nación la construyen y la hacen todos sus habitantes con trabajo, con unidad, con visión de futuro, con instituciones fuertes, con educación, pero, sobre todo, con liderazgos capaces de conducir, con unidad de propósitos, a toda su gente.

Sin duda, estamos viviendo tiempos difíciles, bajo un entorno de incertidumbre y cambios vertiginosos que trastocan la vida cotidiana, acrecentado por la pandemia del Covid-19 y la disputa por el poder entre las elites políticas y los grupos facticos, sin dejar de lado a la delincuencia.

Entender o encontrar una posible explicación a lo que estamos viviendo no es tarea fácil, sin embargo, hay aproximaciones muy bien sustentadas y que vale la pena consultar.

Recientemente se han estado publicando varios libros entre los que destacan el de Roger Bartra “El regreso a la jaula, el fracaso de López Obrador”, el de Luis Rubio “La nueva disputa sobre el futuro, ideas viejas para un México moderno” y el de Carlos Elizondo Mayer Serra “Y mi palabra es la ley, AMLO en palacio nacional”, todos ellos son puntos de vista bien datados y que nos acercan a comprender lo que estamos viviendo en México.

Al respecto diré que hay un hilo conductor de análisis entre todos ellos, el arribar como sociedad a la democracia nos plantea varios dilemas. El primero de ellos, la democracia ha sido solo un instrumento para arribar al poder y de ahí construir un futuro de bienestar para todos los mexicanos o en el camino nos hemos topado con el surgimiento del autoritarismo como la vía más idónea para generar progreso, a sabiendas que nuestro pasado histórico nos dice que esta última no es la mejor alternativa.

Otro de ellos, tiene que ver con el desmantelamiento de las instituciones en aras de combatir a la corrupción sin que hasta la fecha exista algún corrupto tras las rejas mientras la impunidad sigue tan rampante como en los gobiernos del pasado. El desmantelar el sistema de salud en un entorno de pandemia ha significado hacernos el Hara-kiri mientras el sistema educativo ha sido entregado a la corriente sindical del magisterio más retrograda. Sin educación no hay futuro.

Todos los indicios y datos económicos, sociales y laborales indican que el gran sunami estará haciendo sus estragos hacia el 2024 ¿Ese será el futuro que nos aguarda?