Los deseos: fuente del sufrimiento

Antonio Ponciano Díaz

Es cierto que los deseos son fuente de motivación, pero también, son fuente del sufrimiento, porque son insaciables, apenas alcanza uno y ya se está pensando en otro más. El psicólogo Steven Reiss encontró 16 deseos básicos -fuente de motivación, que son clave a la hora de explicar nuestros actos, la dimensión volitiva de nuestra especie: lo que nos mueve a la hora de interpretar, elegir y actuar sobre nuestro entorno-, Los deseos insatisfechos generan frustración, incapacidad y vacío existencial.

La pandemia nos ha venido a sacar de nuestra zona de confort y nos está mostrando lo vulnerable y frágil que somos. Nuestra vida se trastornó de la noche a la mañana y ese nuevo entorno está provocando que nuestros deseos se vean afectados en nuestra emotividad y ganas de vivir.

Los deseos quebrantados por la realidad están causando mucha desolación, dolor, sufrimiento y frustración. Desconocemos el impacto que están causando en la sociedad. Se sabe muy poco qué están sintiendo los jóvenes que ven frenados sus sueños; la angustia de quienes han perdido su trabajo; la tristeza de quienes han perdido a sus seres queridos; el desencanto por un gobierno incapaz de cumplir con sus promesas.

A pesar de las adversidades que puedan generar los deseos, resulta más conveniente ver su parte positiva ya que son la fuente de la motivación, el motor de la inspiración y creatividad humana. Veamos en qué consisten los 16 deseos básicos que propone Steven: la aceptación, la curiosidad, alimento, familia, honor, idealismo, independencia, orden, actividad física, poder, amor romántico, ahorro, contacto social, estatus, tranquilidad y venganza.

Todos ellos son relevantes, pero cada uno de ellos deberá ser elegido de acuerdo a la preferencia e interés personal y capacidades, a su circunstancia y a su entorno, en función de estos elementos están las posibilidades del logro o desilusión. Los deseos son intrínsecos a la naturaleza humana y su insaciabilidad pueden ser la causa de dolor y sufrimiento, pero también de la alegría y felicidad.

¿Cómo evitar el sufrimiento que algunos deseos nos causan? No hay una respuesta única, pero el estar consciente de lo que pueden ocasionar nos ayuda a mitigar sus efectos, la aceptación y la humildad, también, son buenos alicientes, pero lo más importante es aprender de ellos y lo que nos pueden enseñar.  Claudicar ante los deseos es ir contra natura, ese es el gran desafío.