La verdadera riqueza está en nuestro cerebro

Por Antonio Ponciano Díaz                                                                                        

No hay solución mágica ni existe una única solución a todos nuestros males sociales, económicos, políticos y existenciales. Pero la humanidad ha podido llegar hasta aquí y constituirse en la especie más poderosa de la tierra, todo ello, ha sido posible gracias a la capacidad que ha tenido para usar su cerebro.

Todo parece indicar que la verdadera riqueza se encuentra en nuestro cerebro. Veamos algunos casos de nuestra realidad mexicana.

Alguna vez, después del México postrevolucionarios, hemos transitado por dos vías. La primera referida al “Milagro Mexicano” en ese entonces fuimos un país pobre con un gobierno rico. Durante 70 años tuvimos un gobierno dueño de casi toda la economía. Fuimos dueños del petróleo, de los aeropuertos, de la electricidad, de los ferrocarriles, de los puertos, de los alimentos básicos, del sistema educativo y del sistema de salud etcétera, etcétera. El gobierno llegó a tener más de 2 mil empresas.

La segunda vía, la transición a la democracia. En los últimos años hemos transitado de un país rico a un gobierno pobre. Pero como dice Romero Apis nos pasó, “como a los nuevos ricos, nos llegó la mala hora de pagar nuestros excesos. Nuestra economía creció y eso fue bueno. Hasta nos convertimos en la 12a economía del planeta. Pero nuestro gobierno empobreció. Se endeudó hasta lo indecible. Hoy, apenas le alcanza para ir pagando. Sus miles de empresas fueron vendidas o rematadas. Su petrolera está quebrada y ya no le da, sino le cuesta. Sus burócratas cada día ganan menos. Sus escuelas y hospitales hoy viven en el “quinto patio”. Sus inversiones son ínfimas. Y su influencia es nula en el control de la economía”.

Nuestro país sigue siendo inmensamente rico. Pero, cabe preguntarse qué hemos hecho mal o qué tenemos que hacer. La explicación simplona o la solución mágica circula todos los días por las redes sociales o por los medios de comunicación. Nos ahoga la impunidad y la corrupción. No somos capaces desde el Presidente de la República hasta el más humilde de los mexicanos de observar y respetar el Estado de derecho.

Pero hoy en día que la realidad nos advierte que nos enfilamos, con todo y pandemia, a la peor crisis económica, social, educativa, de salud y política, que nos ubicará como un país pobre con un gobierno pobre. Una posible solución se encuentra en nuestro cerebro. La verdadera riqueza se encuentra ahí.

Nuestra disyuntiva es que los mexicanos contemos con cerebros ricos y abandonemos nuestros cerebros pobres. Desafortunadamente, eso no lo entienden los políticos, porque en su gran mayoría tienen cerebros pobres.    Facebook: @antonioponciano     twitter: @aponcharelli