La nueva futilidad
Antonio Ponciano Díaz
El uso del Internet y los celulares inteligentes han modificado nuestra manera de comunicarnos, pero, sobre todo, en la manera en que estamos percibiendo e interpretando el mundo; la forma en que estamos construyendo nuestras relaciones sociales y nuestras formas de entretenimiento.
Las señales son de alarma porque está emergiendo una nueva futilidad o superficialidad.
Los niños de uno a dos años de edad pasan en promedio de dos a tres horas al día frente a un dispositivo ya sea televisión, Tablet o celular para entretenerse y no distraigan a sus papas de sus actividades, quienes han encontrado en estos dispositivos electrónicos la manera de entretener a sus bebes.
Los niños entre 5 y 6 años de edad se pasan en promedio entre 5 y 6 horas frente a un dispositivo electrónico. Los niños entre 7 y 8 años de edad en promedio se pasan 7 horas frente a un celular con acceso al Internet. Los adolescentes pasan su tiempo entre 7 y 8 horas al día conectados a redes sociales y en general los adultos nos hemos vuelto adictos al uso de los celulares y en promedio un joven checa sus celulares 222 veces al día con el pernicioso efecto de hacer vulnerable su capacidad de poner atención. No olvidar que la atención es la ventana al conocimiento.
Las implicaciones son altamente preocupantes. Ya no tienen tiempo para la lectura de un buen libro. Les cuesta mucho trabajo la reflexión o el análisis de algún tema de actualidad o simplemente, de lo que están estudiando. Su capacidad de dialogo y de convivencia se está viendo alterado y están emergiendo una generación de jóvenes con pocas expectativas y nos estaremos enfrentando a una generación de seres humanos sin respuestas.
Los adultos deben de poner a sus hijos tiempos y límites del uso de los celulares y convivir más tiempo con ellos. La lectura de un buen libro ayuda a la comprensión de textos, mejora la gramática, el vocabulario y la escritura. Facilita la comunicación. Hace que podamos sentirnos activos. Y que podamos concentrarnos y desarrollar nuestra imaginación.
Los expertos señalan que los jóvenes que tienen facilidades para comunicarse con los demás y expresar sus ideas e inquietudes tienes más posibilidades de encontrar mejores oportunidades laborales. No dejemos que las nuevas generaciones se pierdan en el mundo virtual.