La felicidad vs el sentido de la vida
Antonio Ponciano Díaz
La existencia del Homo-sapiens está marcada por la búsqueda incesante, para unos la felicidad y para otros el sentido de la vida. Pareciera que la felicidad y el sentido de la vida son lo mismo, pero no es así. La experta en filosofía y en psicología positiva Emily Esfahani ha encontrado diferencias importantes, la filósofa está convencida que “no es la felicidad lo que hace que la vida valga la pena, sino dotar a nuestra existencia de sentido”.
En estos días que la vida se ve amenazada por la pandemia del Covid-19, el cambio climático, la crisis económica, el incremento de la desigualdad, la pobreza creciente, la automatización del trabajo, el radicalismo de los populismos de izquierda y derecha, el secuestro de nuestra atención a través de los celulares y la incertidumbre apabullante.
Esa extraña especie de homo-sapiens, toda poderosa, en esta basta complejidad de la existencia se siente insignificante y terriblemente asustada por lo que no entiende y por lo que está sucediendo en el mundo globalizado. Constantemente se está preguntando si vale la pena su existencia y en el mejor de los casos intuye que el paraíso se encuentra en la felicidad. Su tragedia, es que no sabe cómo mantenerla y se le esfuma de las manos cada vez que siente que llega a su vida. Los más atrevidos se cuestionan cuál debe ser el sentido de su vida. La no respuesta es la carga que lleva a cuesta durante toda su existencia.
Emily plantea que la felicidad está sobrevalorada, una buena vida es ser feliz. Todos tenemos que lidiar con el sufrimiento, de eso no hay duda. Lo que nos cuesta entender es que no es normal sentirse feliz todo el tiempo. La felicidad es una emoción y el sentido de la vida va más allá.
Pareciera que nada tiene sentido y tal vez una posible explicación recaiga en que en los últimos 50 años el mundo se haya vuelto más individualista y con ello va en aumento la soledad, la ansiedad, el estrés, la angustia, la depresión y las enfermedades mentales. El mundo se ha vuelto frívolo y secular y al no encontrar sentido a nuestra existencia el sufrimiento se hace más agudo y profundo.
De las investigaciones que ha realizado la Dra. Emily ha llegado a la conclusión que hay cuatro pilares lo que le dan sentido a nuestra existencia y estos son: pertenencia, propósito, trascendencia y narrativa. En el próximo articulo hablare de cada uno de ellos. Sí te atreves a saber, no dejes de leerlos.