¿Cómo encontrar el sentido de la vida?

Antonio Ponciano Díaz

El Homo-sapiens siempre ha pensado y se ha cuestionado que la vida debe tener algún sentido. Esta pregunta existencial lo ha atormentado y perseguido toda la vida, me parece, que mientras no seamos un Cyborg nos seguirá atormentando por el resto de nuestra existencia. Cada quien tendrá que encontrar su propia respuesta. Mientras tanto la experta en filosofía y en psicología positiva Emily Esfahani de acuerdo a sus investigaciones realizadas ha encontrado cuatro pilares que pueden ayudar a encontrar el sentido de la vida.

En un entorno donde la incertidumbre, la pandemia del Covid-19, el cambio climático, la violencia desatada por la delincuencia y la desigualdad, amenazan nuestra existencia, vale la pena preguntarse por el sentido de nuestra existencia.

Como lo prometí en mi reflexión pasada a continuación refiero los cuatro pilares propuestos por la doctora Emily, veamos en qué consisten:

La Pertenencia. – Todos los homo-sapiens necesitamos del otro. Somos seres sociales por naturaleza, desde que formábamos parte de la manada, del clan, del grupo, de la familia, de la comunidad, de la sociedad, de la nación o, simplemente, de la especie humana. Necesitamos construir relaciones que nos hagan sentir bien. Que valoren por lo que somos y nos reconozcan con nuestras fortalezas y debilidades. Las relaciones se construyen.

El Propósito. – Todos los seres humanos tenemos sueños, anhelos, objetivos que nos guían para construir un futuro y darle significado a nuestra existencia, ello nos hará sentir mejor. Concebir que aportamos algo a nuestro grupo o a la familia y sentir que no somos una carga es muy importante. El propósito es una brújula y sin él no hay rumbo.

La trascendencia. – No debe significar estar por encima de los demás ni pasar a la historia por los logros o hechos alcanzados. La trascendencia es un trabajo interno para desprenderse de lo individual y alcanzar la cima de nuestra propia naturaleza. Es rencontrarse con nuestro propio hábitat y alcanzar la cúspide de nuestra espiritualidad. Somos un milagro de la vida.

La narrativa. – Es la historia que nos contamos de nosotros mismos. Es la explicación de cómo hemos llegado a los que somos. Es la fidelidad con la que nos mostramos ante los demás. En la medida que nos contamos un cuento chino negamos nuestra propia existencia.