¿Qué perdemos si nos resistimos al cambio?

Antonio Ponciano Díaz

Desde que Heráclito de Éfeso (filósofo griego, 535-484 a.C) en su aforismo “Nadie puede bañarse dos veces en un mismo río”, porque aparentemente el río es el mismo, sus elementos, su cauce, el agua que corre por él, han cambiado. El cambio es la constante de la vida ya que ésta representa una constante transformación. No hay duda, es una verdad inmutable.

A pesar de que muchos de nosotros entendemos esta verdad nos resistimos al cambio, ¡Bueno ah jijoles el cambio asusta y hasta llega a paralizar!

Pero cuáles son los efectos de la resistencia al cambio, para muchos son imperceptibles, pero solo citaré algunos: los cambios desgastan el cuerpo hasta lo llegan a enfermar, desgasta la mente y el

espíritu. En un entorno de constantes amenazas como la pandemia del Covid que no da tregua y el virus muta infatigablemente y se torna más contagioso y agresivo, sentimos resistencia a él y nos asusta, pero queremos seguir con nuestra normalidad en vez de adaptarnos a este cambio.

Desde hace más o menos 40 años que Zigmunt Bauman nos habló de la modernidad líquida que tendríamos que enfrentar y no sabemos cómo porque todo lo que nos sucede tenemos dificultades para encontrar una explicación porque en la sociedad liquida todo se nos escurre entre las manos y eso dificulta entender el cambio.

Otro fenómeno que nos afecta para entender el cambio es que la humanidad desde el año uno al 1500 necesito todo este tiempo para duplicar todo el conocimiento generado por la humanidad y hoy en día se está haciendo cada 20 años, este fenómeno sociológico dificulta entender lo que sucede e influye significativamente en la resistencia al cambio. Preferimos vivir con nuestras creencias en vez de cambiarlas.

Hablar del cambio tiene muchas aristas la mayoría positivas, pero también tiene su lado negativo. México recientemente experimento un cambio de régimen gubernamental, pero parece que no está resultandos. Algunas verdades del cambio son: uno debe estar seguro de seguir; de vez en vez uno debe tomar cierta autodistancia para tener mayor claridad; la mente no es aliada del cambio hay que tener valor de romper viejos hábitos y rutinas; el cambio nunca será el enemigo, el verdadero enemigo es el miedo; cuando uno experimenta el cambio vive uno un ciclo de duelo emocional; ante al cambio todos somos más resilientes, pero no lo sabemos y; todo futuro se construye con cambio, pero sobre una roca que son nuestros propios principios y sin ellos ¡Uuuff!