#43 Foro Digital de Ciencias Políticas y Sociales: Especialistas analizan el impacto económico y social de la Inteligencia Artificial en América Latina

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La inteligencia artificial avanza a un ritmo vertiginoso en el mundo, pero América Latina corre el riesgo de quedar atrapada en la periferia tecnológica. Así lo advirtieron especialistas en el #43 Foro Digital de Ciencias Políticas y Sociales, quienes alertaron que, sin políticas públicas que garanticen soberanía tecnológica y distribución equitativa del conocimiento, la región podría enfrentar un escenario de mayor desigualdad económica y exclusión social.

El pasado 25 de julio de 2025, desde la ciudad de Cuernavaca, se transmitió en vivo el foro, dedicado al tema “Análisis del impacto económico y social en América Latina de la Inteligencia Artificial”. En el diálogo participaron el Mtro. Raúl Abraham López Martínez, profesor investigador de El Colegio de Morelos y director de la Revista Digital Independiente Voz Universitaria; el Mtro. Antonio Ponciano Díaz, analista político; y el Dr. Alfredo Silva Brito, académico.

López Martínez abrió el análisis cuestionando las narrativas dominantes que presentan a la IA como una promesa de progreso ilimitado. Basado en un reciente informe de la CEPAL, señaló que América Latina ocupa el último lugar a nivel global en inversión en esta tecnología, con una marcada dependencia de corporaciones extranjeras. Advirtió que, sin políticas que garanticen la distribución social del conocimiento y el desarrollo de capacidades locales, la región corre el riesgo de profundizar sus desigualdades.

Por su parte, Ponciano Díaz subrayó que la investigación de la CEPAL muestra un rezago significativo en el uso y aprovechamiento de la IA, con Brasil y México como líderes regionales en inversión, aunque muy por detrás de potencias como Estados Unidos y China. Destacó que la velocidad con la que evoluciona esta tecnología exige marcos normativos sólidos y estrategias de capacitación que eviten la exclusión laboral.

Silva Brito advirtió que el despliegue de la IA está concentrado en manos de actores con capacidad de monopolizar la tecnología, lo que podría generar “un darwinismo tecnológico” donde solo quienes cuenten con acceso y formación adecuada puedan beneficiarse. Subrayó que la relación entre IA y sociedad debe priorizar un sentido humano, para evitar que se consoliden formas de control y vigilancia que afecten derechos fundamentales.

En la segunda parte del intercambio, López Martínez puso énfasis en el impacto laboral: el 74% de la población económicamente activa en México corresponde a trabajadores no calificados, en su mayoría en el sector informal, lo que los deja fuera de los beneficios de la IA. Según el estudio citado, 300 millones de empleos están en riesgo a nivel mundial, y en América Latina solo el 23% de la mano de obra es calificada.

Ponciano Díaz complementó señalando que el documento de la CEPAL analiza un periodo de 2019 a 2023 y confirma que la región no ha capitalizado el potencial de la IA. Añadió que la irrupción de plataformas como ChatGPT en 2022 cambió el panorama de forma acelerada, impulsando a las grandes potencias tecnológicas a una carrera por el control de esta herramienta.

Silva Brito retomó el concepto de “justicia algorítmica”, argumentando que, así como se habla de justicia cognitiva, es necesario plantear movimientos sociales que defiendan una soberanía justa sobre los algoritmos y la gobernanza de los datos, evitando que la IA se convierta en un instrumento exclusivo de corporaciones o gobiernos con fines de control.

En la etapa de conclusiones, López Martínez dirigió una crítica directa a la CEPAL por mantener —dijo— un enfoque productivista heredado del siglo XX, centrado en la competitividad y el crecimiento económico, que omite problemáticas de fondo como la dependencia tecnológica, la ausencia de soberanía política en el manejo de algoritmos y la necesidad de democratizar el acceso a las herramientas de IA. Planteó que, sin una visión que incorpore la distribución social del conocimiento y la justicia tecnológica, cualquier estrategia quedará incompleta y reforzará las asimetrías existentes.

Ponciano Díaz coincidió en que el gran desafío ya no es generar el cambio tecnológico, sino contenerlo y regularlo, frente a su velocidad, asimetrías e impactos potenciales.

El foro concluyó con un llamado conjunto a replantear el papel de la IA en la región, no como un fin en sí mismo, sino como una herramienta al servicio del bienestar colectivo y la equidad social, asegurando que los beneficios de esta revolución tecnológica lleguen a la mayoría de la población y no solo a una élite.