Hibridación de la tercera función de la Universidad
Alberto Ramírez Martinell, Investigador del CIIES – Universidad Veracruzana |@armartinell
Además de las funciones de formación y de investigación, las Instituciones de Educación Superior (IES) atienden con calidad y responsabilidad una tercera función cuyo impacto trasciende los límites de sus espacios físicos y temporales además de su alcance académico. La tercera función en la educación superior concentra actividades de difusión del conocimiento universitario, cultural y de valor para la generación de bienestar en la sociedad y región donde se ubican las IES.
Dentro del plan general de hibridación de la educación superior que se ha esbozado en publicaciones anteriores (https://www.educacionfutura.org/plan-general-para-la-hibridacion-de-la-educacion-superior/), la hibridación de la tercera función de las IES está a la par de la hibridación de la docencia y de la investigación.
Durante el periodo de distanciamiento social derivado por la COVID 19, la organización de seminarios, conferencias y congresos siguió, en algunos casos, de manera cotidiana a través de plataformas de videoconferencia o de transmisión de video en vivo en redes sociales o en servidores de video; y en otros, inclusive se multiplicó tanto en el número de eventos como en la cantidad de asistentes. El formato de videoconferencia se instaló como una opción, accesible, estable y de alcance amplio tanto para eventos académicos como culturales.
No ha sido infrecuente en este periodo encontrarnos en redes sociales o en las agendas culturales de las IES con documentales de puestas en escena, exposiciones pictóricas, fotográficas o escultóricas, así como con presentaciones de libros –como las de la FILU-UV del 2021–, o con la transmisión en vivo de archivos históricos de conciertos de orquestas universitarias sinfónicas o filarmónicas, como la de Xalapa o la OFUNAM, respectivamente.
Los recitales en vivo a través de plataformas de video de estudiantes virtuosos, invitados especiales o profesores del área de música también fueron comunes al igual que las presentaciones de danza, ballet folklórico o incluso las sesiones en línea de estiramiento, yoga o danza híbrida.
El contenido cultural generado en las IES encontró en la comunicación mediada por transmisión de video un canal adicional para su difusión, que además se puede enriquecer con las versiones asincrónicas de sendos eventos y con la inigualable experiencia de asistir a un recinto cultural a presenciar un despliegue artístico.
Para hibridar esta función de las IES propongo la atención de dos tareas: Una de digitalización y otra de liberación del contenido, cuidando, a lo largo del proceso, tres características del contenido cultural en formato digital: 1) la calidad sonora y visual del contenido; 2) un licenciamiento flexible que propicie el acceso abierto; y 3) la asignación de metadatos estandarizados para una mejor búsqueda, intercambio y cosecha de contenido de otros repositorios.
La digitalización de productos académicos ya se ha dado en otros sectores de las IES. El caso de las revistas académicas es quizás el más representativo. La Revista de la Educación Superior de la ANUIES, por ejemplo, ha pasado por cuatro momentos en los que los editores han tenido que tomar decisiones técnicas sobre el soporte de los artículos. El primer momento que identifico es el comprendido entre el número 1 de la RESU publicado en enero de 1972 y el número 97 con fecha de libración de enero de 1996. El soporte de ese centenar de volúmenes fue impreso y su circulación tuvo un alcance limitado.
La segunda etapa de la revista inicia con el portal web de la ANUIES que según se puede ver en los archivos históricos de Internet (https://web.archive.org/web/19970723231915/http://www.anuies.mx/educacionsup/educasup.html), inicia en 1997. Los números 98 a 144 publicados entre abril de 1996 y diciembre de 2007 tuvieron soportes dobles. Las versiones impresas siguieron circulando en físico a la par de la publicación de las versiones digitales de los números corrientes y de la digitalización parcial de los números previos. En el acervo de las publicaciones de la ANUIES se pueden observar dichas versiones http://publicaciones.anuies.mx/acervo/revsup/indexnum.htm.
Un tercer momento evolutivo se dio con los números 145 de 2008 al 156 publicado en 2010. Esa decena de volúmenes estaban incrustados en una página web y tenían como parte de su presentación una animación de cambio de página creada con la hoy extinta tecnología de flash. Esta decisión –quizás naïve– de la época duró poco y para 2012 dejó de existir, dando paso al cuarto momento de la evolución de los formatos de publicación de la RESU caracterizado por cuatro aspectos: 1) el uso de un formato de archivo digital más común, compatible y estable; 2) una digitalización homogénea de los números anteriores; 3) la indexación estructurada de artículos para facilitar las búsquedas; 4) y la libración de todos los números en un repositorio de acceso abierto y de licencia flexible consultable en http://publicaciones.anuies.mx/revista.
Hoy la RESU tiene un portal OJS, con diseño renovado adaptable al dispositivo de lectura, con métricas bibliográficas, indicadores y ligas a sitios de interés, pero en esencia conserva los cuatro puntos adoptados desde 2012 http://resu.anuies.mx/.
El acceso digital abierto a otros bienes culturales producidos en las IES puede seguir la ruta evolutiva de la hibridación de los soportes de la revista. Para eso se requiere de un equipo especializado de producción multimedia formado por diseñadores instruccional, gráfico e informático; un productor de video, especialista en grabación de audio y un integrador multimedia. La célula de producción –y transmisión– tendría que asistir a conciertos, recitales, eventos dancísticos y puestas en escena para generar las versiones digitales de los eventos culturales asincrónicos y, de ser necesario, transmitirlos en vivo. Para los bienes culturales de acceso efímero como las exposiciones de pintura, escultura o fotografía, la célula de producción tendría que encargarse de digitalizar los recursos actuales y en caso de tener acervos históricos proceder a su digitalización. En todos los escenarios, además de cuidar la calidad audiovisual de la digitalización de todos los bienes culturales, estos deberán ir acompañados de metadatos –quizás del Dublin Core–, de una licencia flexible –como la creative commons–, y de los formatos digitales adecuados para una consulta efectiva independientemente de la plataforma o el ancho de banda de los interesados.
En relación con la liberación del contenido, esta acción tendría que hacerse de manera ordenada y proveyendo al recurso digital, del respaldo institucional. Estoy convencido de que un repositorio digital robusto, bien indexado y de acceso amigable sería la interfaz ideal para el acervo de los bienes artísticos de las IES. De contar con un repositorio cultural, de acceso abierto y de navegación amigable las IES no sólo estarían salvaguardando el patrimonio cultural, natural e inmaterial producido por sus comunidades académicas, sino que estarían atendiendo con creces su tercera función. La construcción de acervos digitales no sólo democratizará el acceso libre al contenido cultural producido en las IES sino que las posicionará como responsables de su creación, difusión y salvaguarda. Lo que se produce en las IES públicas debe ser de acceso libre, abierto y de amplia difusión.