Analizan en la UNAM la relación entre tecnologías digitales e industrias culturales y creativas

En México actualmente hay 100 millones de personas que usan diversas plataformas sociales, lo que representa 77.2 por ciento de la población mexicana activa en internet; en enero de 2021 el uso de las redes sociales se incrementó 12.4 por ciento, la mayoría desde dispositivos móviles, de acuerdo con la consultora privada Branch.

Así lo informó Alejandro Mercado Celis, del Centro de Investigaciones Sobre América del Norte (CISAN), quien destacó que las industrias creativas y culturales cubren los sectores de arte, cultura, danza, teatro y abarcan una serie de ámbitos nuevos que no están incluidos dentro de las artes normales, a partir de la publicidad, videojuegos, cualquier contenido que tenga una visión simbólica importante que tiene que ver con la producción de significados y su consumo.

La virtualidad ha cambiado de forma profunda las industrias culturales y creativas como la televisión y las redes sociales, entre otras, donde las personas pretenden mostrar parte de su vida, aseveró.

Hace 20 años, la televisión y el cine tenían sus canales de difusión, así como medios de distribución nacional e internacional, así como una serie de actores consolidados y establecidos, señaló.

Mercado Celis es especialista en industrias culturales y creativas en América del Norte y actualmente coordina un proyecto que revisa los diálogos artísticos transnacionales y su efecto en la red musical de la frontera, en colaboración con el Creative BC (organismo gubernamental de British Columbia) y el Border Policy Research Institute, de la Universidad Western Washington.

El experto expuso que cuando surgen las plataformas de distribución de cine trastocan las estructuras en las que se había basado la industria. Ingresa un nuevo actor y al hacerlo entra en una serie de confrontaciones, incluso en las formas legales y de operación de diversos elementos que constituyen estas industrias, precisó.

Hay una cantidad grande de sectores productivos que van desde lo audiovisual, la televisión o los medios masivos tradicionales, pero también la que hacen los individuos al entrar en las redes sociales, subir o hacer un video, una narración, todo considerado parte de la producción creativa y cultural”, dijo Mercado Celis. 

En las naciones en vías de desarrollo como México, hay significativa producción de estos contenidos que tienen importancia económica, cultural y política, pues en su consumo se expresan formas de pensar y se crean ideologías por lo que tienen también importancia en términos políticos y culturales, explicó el doctor en Planeación Urbana.

Para el especialista, los cambios por el uso de tecnologías tienen implicaciones en la diversidad de contenidos que pueden encontrarse en oferta.

“Hace 20 años lo que podías ver en México era lo que llegaba a los cines, u ocasionalmente a los festivales de arte, en lo que se proyectaba en la Ciudad de México: Hoy lo que puedes encontrar en estos streamings es una diversidad inmensa, aunque siguen predominando ciertos tipos de producción, cierto tipo de películas, hay cada vez una oferta más grande”, enfatizó.

A esto se suma que los individuos tiene “vida virtual” al estar conectados a varias plataformas de forma simultánea, publican en Facebook, Instagram, Twitter, YouTube, en forma de red, van construyendo estos espacios e interactuando y en cada una elaboran una forma de participar, destacó el investigador.

“Creo que después de la pandemia nos quedaremos con un espacio virtual que cada vez se va a usar más, que no ha terminado de consolidarse, sigue en transformación, algunas plataformas van transformándose continuamente, van apareciendo nuevas plataformas y van apareciendo nuevas oportunidades de producción cultural en el mundo virtual”, estimó.

Aunado a ello se agregan comunidades virtuales alrededor del fandom (conjunto de aficionados a algún pasatiempo), que no solo ven pasivamente sino que intercambian información de otras fuentes, y construyen nuevas narrativas, memes, videos, incluso generan ideas que en ocasiones son retomadas por las industrias creativas y culturales e incorporadas en sus productos.

Esta también es una transformación relevante porque siempre estamos consumiendo y produciendo como individuos, y nuestra interacción con la red.

Estas y otras temáticas relacionadas con las industrias culturales se revisan en el Seminario de Investigación Doctoral sobre Industrias Creativas y Culturales que, en esta ocasión, analizará los casos de Montreal, Los Ángeles y la Ciudad de México.

Participan estudiantes de doctorado e investigadores de la UNAM, Alemania, Argentina, Chile, Francia, así como de otras universidades de México. Los materiales pueden ser consultados en el sitio: https://semicc.hypotheses.org